El objetivo era construir algo que representara la mística jimenera para adornar con simbolismos el frente del edificio de la Rafael Nuñez (ex Jonhy B. Good). “Tiró una idea con las señas de los barrios,como un punto de encuentro con las manos de La Mona donde la gente se dirigía de un barrio a otro, una locura”, contó Carli Jiménez, quien dirige el proyecto del museo de su papá.
Como las distancias complicaban las cosas y el creador de obras como “El hombre urbano” no se sentía comodo trabajando virtualmente, el 9 de febrero viajó desde Paris para trabajar personalmente con el equipo de La Mona. “Llegó, nos encontramos en el local, recorrió todo el lugar como quería, nos sentamos, charlamos un montón, diagramamos un boceto y a los pocos días nos levantamos con esta noticia terrible”, lamentó.
En diálogo con Cuarteteando, Carli se dio licencia para contar una honorable actitud del artista: cuando le preguntaron sobre el costo del trabajo, Seguí no quiso cobrar ni un solo peso. “Están locos, La Mona es patrimonio cultural cordobés”, les dijo y agradeció haber sido tenido en cuenta para ser parte de este proyecto.
Lamentablemente, el destino dejó trunca la posibilidad de ver una suerte de “Mona urbana” en la ciudad. Sin embargo, una luz de esperanza se enciende en esos bocetos que todavía no se conocen. Quizás algún otro artista se anime a completar la familia y así terminar el homenaje a La Mona Jiménez, que también será un tributo a Antonio Seguí.
Fuente: Cuarteteando