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El Turco Julio será distinguido este miércoles por la Asociación de Intérpretes, en un evento que se realizará en el Teatro Real. Habla de su carrera y su mirada sobre el cuarteto.
Le puso la voz a incontables éxitos de la música popular de Córdoba. Con 42 años de trayectoria sobre los escenarios, el Turco Julio continúa desandando su camino. Y esta noche tendrá una parada especial en el Teatro Real, en donde la Asociación Argentina de Intérpretes le entregará un reconocimiento.
El acto, que comenzará a las 21.30, forma parte del evento AADI Haciendo Caminos, en el que el vocalista de Chebere interpretará sus éxitos, junto al tango de la Orquesta de Osvaldo Piro y el chamamé de Cintia Mariel.
“Es un honor para mí. Soy uno de los primeros socios que tuvo la entidad y estar en un teatro ícono de Córdoba es muy lindo”, contó el Turco, en diálogo con Día a Día. Será mi segunda vez en el Real. Estoy asombradísimo porque no quedan más entradas y es un inmenso placer compartir el escenario con todos estos músicos. Será una noche maravillosa y en la que estarán todas las canciones que la gente volvió clásicos. Soy un agradecido de toda esa gente que hizo el esfuerzo todos estos años, y lo sigue haciendo, de comprar los discos o ir a los bailes. Estoy muy contento, muy ansioso y con los nervios de siempre. A esto no lo tomo como una carrera sino como una profesión, que ya lleva 42 años sobre los escenarios”.
Vestido blanco, corazón negro
–Habla de nervios. ¿Son necesarios; convive bien con ellos?
–Sí; y duelen. Sobre todo a las personas que me rodean y que saben que media hora antes no se me puede hablar porque soy imbancable. Je. Pero son nervios por el respeto que uno le tiene al escenario y al público. Quiero que todo sea impecable. Cuando subo y veo que es así, ya me relajo y disfruto de la sonrisa y las palmas de la gente. Esa es la meta de este cantante, que la gente se olvide por cuatro o cinco horas de los problemas escuchando la mejor música de Córdoba. Chebere es la banda madre, de la cual salieron excelentes cantantes, músicos y, sobre todas las cosas, excelentes personas. Voy a ir acompañado por Chebere, aunque en una versión reducida. Será un show con todos los clásicos, más algunos temas del disco nuevo.
–¿Cómo ve el cuarteto actual?
–La música de Córdoba llegó a un techo. Todos cantan igual, hacen los arreglos igual, todos se imitan entre ellos y falta originalidad. Cuando comenzamos con Chebere, siempre quisimos innovar. Era todo tunga-tunga-tunga y salimos con un tema como Vestido blanco, corazón negro, con el que pateamos el tablero. Después lo hicimos insertando caños, percusión, teclados, guitarra eléctrica. Nos decían que no era cuarteto lo que hacíamos. Y sí era cuarteto. Lo que hoy se hace será cuarteto, pero las imitaciones no me gustaron nunca. Con una imitación, siempre serás segundo. Siento que se llegó a un techo y hay que romperlo. Con el disco nuevo que estamos haciendo creo que voy a patear el tablero de vuelta.
Y te has quedado sola
Dentro de un mes, se escucharán los primeros avances del flamante trabajo.
