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Cuenta regresiva para el "Loco" Amato

Cristian “El Loco” Amato después de un gran baile en nuestra ciudad decidió volver, y sera el viernes 21 de Julio.

Las entradas anticipadas se venderán a $150 exclusivamente en Bomberos desde el martes 18 de julio, de 9 a 13 y de 16 a 21. En puerta costarán $200.
 Te contamos un poco sobre la vida del Loco..
De chico siempre jugaba a ser cantante, se miraba al espejo y bailaba, aunque siempre en familia, porque era muy introvertido y vergonzoso, pero siempre soñó con cantar cuarteto arriba de un escenario.
Se dice que su talento de cantar, lo heredó del abuelo, su único familiar avocado al canto. Siempre la música ha sido su debilidad, está presente en todo momento, destacándose con su alegría más allá de los avatares de la vida.
En el colegio era muy tranquilo, siempre fue de bajo perfil, cantaba en el coro, aún así nunca se animó a hacerlo en público ya que su vergüenza no se lo permitía.
En los ensayos hacía reír a todos, los dejaba encantados, pero llegado el momento de presentarse en público el fantasma de la timidez lo perseguía, y no se animaba.
Iniciaría sus estudios en El jardín de Infantes Arturo Capdevila, la escuela primaria en el colegio 285 Capital Federal, finalizando así sus estudios secundarios en el Bernardo Houssay.
Paralelo a su etapa de formación Cristina jugó al fútbol. Se probó en Racing de Córdoba, club del cual es hincha, pero no quedo. En séptimo grado logra probarse en Instituto, quedando seleccionado para la reserva, club donde le iba muy bien, pero debido a cuestiones personales se le tornaría imposible seguir.Curso primer año de Ingeniería en Sistemas en la universidad tecnológica Nacional (UTN), anteriormente había iniciado su formación universitaria en Química Industrial.Pese a todo su mayor pasión, y talento siempre fue la música, tenía la costumbre cantar y grabarse, sobre las pistas de los grandes de esa época.
Siempre fue del ambiente de los bailes porque el barrio, Gral. Bustos es muy cuartetero, debido a su proximidad a los principales clubes bailables, Atenas, Deportivo y la Belgrano.
A los 18 años, uno de los plomos de Sandunga que vivía cerca de su casa le pide un Cassette y le pregunta si no le interesaba cantar con ellos. Sin pensarlo dijo que si, inmediatamente el dueño de la banda le pidió que se uniera a ellos.
Allá por año 1991, más precisamente en Enero arranca tocando en Sandunga, integrada por ex integrantes de la banda de cuarteto “Trulala”.
Él era el encargado de interpretar lo moderno del grupo; su gran timidez, no lo dejaba disfrutar, cada presentación, le provocaba sufrimiento. Le costaba exponerse, y cantar frente al público, motivo por el cual, decide alejarse de la banda, tras un año.
Luego de aquella primera experiencia en la música, Luego del paso por esta banda, reingresa a su trabajo de cadete en la agencia de viajes, donde anteriormente trabajaba.
En el año 1996, Ricardo Reinaldi, lo llama para ser parte de una banda desconocía de Deán Funes, “Banda Corazón”, agrupación, que interpretaba covers de grandes de la época. Gran admirador de Valeria Linch, decide comenzar a cantar sus canciones; es ahí cuando graba un demo, de “Solo Por Maldad”.
En 1996, Banda Corazón, graba su disco, un material por el que habían estado trabajando por aproximadamente 2 años, ya que en aquella época, se tornaba muy difícil ingresar dentro del mundo del cuarteto, mas para una banda que recién estaba dando sus comienzos.
Ese mismo año, surge una posibilidad inmejorable, la de probar suerte en CHEBERE, la posibilidad de integrar una banda grande por primera vez. El grupo estaba buscando cantantes, puesto que Jorge “Toro” Quevedo, se estaba por retirar de la banda, fueron meses de pruebas, llegando finalista junto a 4 cantantes más, pero fue el destino quien le jugó una mala pasada y llegada la prueba final, no pudo participar, ya que se encontraba con problemas de salud; el sueño tornaba una utopía, lo que produjo en Cristian una gran depresión y con tan solo 23 años, el sueño y las ganas de ser cantantes, parecían irse apagando.
Pese a todo, el amor por la música parecía no acabarse, seguía yendo a los bailes de la Pepa, Jean Carlos, también asistía a los shows del Rey del Cuarteto, La Mona, pero su gran locura siempre fueron los “hijos” de Trulala. Acostumbraba ir temprano para ver cómo iban armando el escenario, como se iba generando el ambiente, siempre fue de estar muy atento a esas cosas, observaba a los cantantes, sin dudas el anhelo de ser cantante era muy grande.

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