El cuarteto prepara el regreso del público con “burbujas sociales”

Con la apertura esta semana de los bares y restaurantes, de a poco el cuarteto comienza a ilusionarse con el regreso del público a los locales bailables. Si bien la posibilidad de que vuelva a realizarse un baile en las condiciones normales todavía parece lejana, la Municipalidad de Córdoba en conjunto con los empresarios del sector están trabajando en un protocolo que sería un paso más en ese camino.

El primer avance se daría respecto a la cantidad de músicos en el escenario para los streamings sin público que ya se están realizando. En un primer momento se fijó en 10 personas, lo cual es un obstáculo teniendo en cuenta que cualquier banda supera esa cantidad. Este tema fue planteado en el COE, que comprendió la situación y autorizará en los próximos días que no haya límite, siempre y cuando se respete el distanciamiento social de 2mts entre músicos.

Asimismo, el personal de apoyo (sonidistas, iluminadores, etc) podrán estar en el establecimiento en paralelo a los músicos a razón de 1 persona cada 20 metros cuadrados. Según trascendió, con 20 o 30 eventos de streaming sin problemas, ya se generaría un buen antecedente para avanzar.

Si la apertura de bares y restaurantes ocurre sin inconvenientes y lo más ordenado posible, el siguiente paso estará orientado a una nueva flexibilización en los espectáculos públicos que implicaría la autorización a realizar streamings con público limitado.

Este sistema de retorno a la actividad comercial se daría en tres etapas:

Fase 1:  Los establecimientos habilitados podrán realizar actividades bailables y/o espectáculos musicales 1 vez por semana, pudiendo optar entre los días jueves, viernes, sábados o domingos. Horario: de 20 horas a 02 horas.

Fase 2: Una vez por semana, los mismos días que la fase 1, pero se amplía el horario de apertura: de 23 a 05hs.

Fase 3: Sería la llamada “nueva normalidad”, con días y horarios de apertura según la legislación que rige en estos establecimientos.

Burbujas sociales

Para las fases 1 y 2, se propone el concepto de “burbujas sociales de recreación“, es decir, espacios compartidos de proximidad entre personas que concurren conjuntamente al establecimiento bailable y que no pueden integrar durante la realización del mismo evento otra “burbuja social bailable”. En cada burbuja debe respetar la capacidad de una persona cada dos metros cuadrados, con un máximo de diez personas.

Si bien estas zonas no inhiben el contacto social, lo hace en el marco de grupos de personas vinculadas por relaciones de conocimiento, amistad, parentezco, por ende, de confianza, minimizando de esta manera el riesgo de transmisión de la enfermedad.

Las burbujas deberán estar separadas dos metros de distancia entre sí, estableciendo espacios de uso exclusivo para circulación del personal que presta servicios en el establecimiento (mozos, camareras, seguridad, sanidad, etc).

Todos los establecimientos comprendidos en el presente protocolo, deberán llevar obligatoriamente un registro diario del público asistente, debiendo extremarse los recaudos para contar con la siguiente información de los concurrentes: nombre y apellido, número de DNI, dirección de correo electrónico y número de celular.

El protocolo, punto por punto

– Eventos en interiores: burbujas de una persona cada dos metros cuadrado. Máximo: 10 personas por burbuja.

– Eventos al aire libre: burbujas de una persona cada un metro y medio cuadrado. Máximo: 14 personas por burbuja.

– La integración de las “burbujas sociales de recreación” estará conformada previo al ingreso al establecimiento.

– El uso del barbijo y/o tapabocas es obligatorio, debiendo únicamente prescindirse de él al momento de la ingesta de bebida.

– Está prohibido compartir vasos, los que deberán ser enteramente descartables y desechables.

– Las cartas de bebidas estarán en formato con código QR pudiendo accederse desde el dispositivo móvil de cada asistente. No están permitidas las barras.

– Las bebidas deberán ser solicitadas desde cada burbuja y llevadas por personal destinado específicamente a tal fin, minimizando de esta manera la circulación de personas.

– Declaración jurada del personal, con información sobre síntomas y trazabilidad en caso de contagios.

– Control de temperatura en la entrada del establecimiento. Prohibido el ingreso en caso de superar los 37,5º.

– Higiene de manos del personal cada 30 minutos.

– Uso del barbijo o tapaboca es obligatorio para el personal, debiendo además guardarse una distancia de 2 metros entre los trabajadores.

– Contar con un sector específico de alfombra, estera o felpudo para desinfección de calzado en todas las áreas de circulación de personas. La solución que empapa al elemento sanitario consiste en hipoclorito de sodio al 10 %.

– Mantener un eficiente funcionamiento del sistema de ventilación.

– Jabón líquido, alcohol en gel, desinfectante y toallas de papel en los baños.

– Dispensers de alcohol en gel o solución de alcohol al 70 % en contenedor tipo spray.

– Fomentar el pago electrónico.

– Zonas de control exterior: se deberán organizar las colas que se formen de manera tal que existan al menos 2 metros de distancia entre las personas. Para esto se deberá realizar una marcación sobre el piso para delimitar la distancia. Deberán priorizarse los clientes que hayan realizado reserva previa.

Si bien este protocolo por el momento es solo un boceto, todo indica que el regreso de los shows en vivo iría por ese camino. Streamings pagos, con acceso limitado al público en parcelas delimitadas y por grupos de afinidad. Este miércoles hay una reunión entre el COE, la municipalidad y los empresarios del cuarteto para terminar de definir los detalles del proyecto.

Desde el sector aseguran que, aunque esta nueva modalidad no llegarían a cubrir los costos de lo que implica poner en funcionamiento un baile de cuarteto, serviría como un paso más hasta llegar a la “nueva normalidad” y que la actividad de a poco comience a reactivarse.